Llega la época más calurosa del año y la eterna pregunta se formula por casi todo el mundo, ¿cómo se debe entrenar en estos meses en los que apetece descansar, irse de vacaciones y huir de las altas temperaturas? Enfocamos la respuesta en base a lo que habéis entrenado a lo largo del año.
Si el entrenamiento ha sido leve o mínimo, por no decir en algunos casos prácticamente inexistente, verano no debería servir para recuperar el tiempo perdido, sino para una primera toma de contacto. Te recomendamos en este caso dedicar pocas horas a una rutina general, sin más objetivos que la pérdida de grasa o el impedimento de acumulación de la misma. 2 horas cada 2 días puede ser un entrenamiento adecuado.
Si el entrenamiento ha sido constante a lo largo del año, podrías probar a reducir su ritmo con menos días de entrenamiento, aunque sea con algunas sesiones más largas. Podrás enfocar los objetivos a aquellos músculos que no se hayan desarrollado todo lo deseado y limitarse a un mantenimiento mínimo del resto.
En los casos en los que los entrenamientos hayan sido intensos durante todo el año, la recomendación pasa por una época de descanso. Todos los músculos necesitan reposo, unas pocas semanas sin entrenamiento ayudarán a que la masa muscular crezca un poco. Dedica el final del verano para volver a tonificar esta parte y así comenzar septiembre con todos los deberes hechos. No habrá objetivo que no puedas con seguir si partes de este estado de forma.
Por último, aquellos que practiquen un entrenamiento aeróbico anual, pueden seguir haciéndolo estos meses de verano, pero teniendo en cuenta que las horas de Sol son más continuas e intensas. La primera hora de la mañana y la última de la tarde-noche son excelentes para un recorrido corriendo o en bicicleta.
Si el entrenamiento ha sido leve o mínimo, por no decir en algunos casos prácticamente inexistente, verano no debería servir para recuperar el tiempo perdido, sino para una primera toma de contacto. Te recomendamos en este caso dedicar pocas horas a una rutina general, sin más objetivos que la pérdida de grasa o el impedimento de acumulación de la misma. 2 horas cada 2 días puede ser un entrenamiento adecuado.
Si el entrenamiento ha sido constante a lo largo del año, podrías probar a reducir su ritmo con menos días de entrenamiento, aunque sea con algunas sesiones más largas. Podrás enfocar los objetivos a aquellos músculos que no se hayan desarrollado todo lo deseado y limitarse a un mantenimiento mínimo del resto.
En los casos en los que los entrenamientos hayan sido intensos durante todo el año, la recomendación pasa por una época de descanso. Todos los músculos necesitan reposo, unas pocas semanas sin entrenamiento ayudarán a que la masa muscular crezca un poco. Dedica el final del verano para volver a tonificar esta parte y así comenzar septiembre con todos los deberes hechos. No habrá objetivo que no puedas con seguir si partes de este estado de forma.
Por último, aquellos que practiquen un entrenamiento aeróbico anual, pueden seguir haciéndolo estos meses de verano, pero teniendo en cuenta que las horas de Sol son más continuas e intensas. La primera hora de la mañana y la última de la tarde-noche son excelentes para un recorrido corriendo o en bicicleta.
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