Cómo cambiar el entrenamiento cuando empieza la primavera

Con la primavera no solo cambiamos de estación, sino que también se incrementan las temperaturas. Esto debe hacernos variar el entrenamiento, para poder mantener los mismos objetivos.

Busca ejercicios de menor intensidad

Opta mejor por las series de mayor número de repeticiones y mantén o rebaja el peso que levantas. El calor puede motivar un descenso de tu fuerza, energía o resistencia. Salvo que te apoyes en suplementos o en una nueva dieta, lo único que conseguirás es cansarte con más facilidad o exponer a tus músculos a un sobreesfuerzo que no deberían sufrir.

Sin embargo, con una mayor repetición de los movimientos, no solo mantendrás la masa muscular intacta, sino que puedes actuar contra la grasa y reducir el peso sobrante. Por eso, en primavera y verano son excelentes momentos en los que volcar todo el entrenamiento en la definición corporal.

Descarta ropa técnica adicional

La ropa técnica adicional ayuda a muchos deportistas a incrementar la sudoración en algunas actividades. Si se mantiene una hidratación adecuada, por ejemplo con bebidas isotónicas, es posible seguir entrenando con mejores resultados.

Sin embargo, en primavera notaremos que la sudoración se produce en exceso y con mucha mayor rapidez. El motivo obviamente es el aumento de temperaturas. En esta estación deberías prescindir de esta ropa hasta el regreso del invierno.

La razón es que puedes motivar una sudoración por encima de lo recomendable, hasta el punto de que no puedas conseguir una hidratación óptima, aunque te termines todos tus recursos de agua en el primer ejercicio. Solo conseguirás reducir tu movilidad, mantener la misma sudoración y requerir un mayor esfuerzo para cualquier movimiento.

Mantén un calzado con agarre pero transpirable

Muchos deportistas optan por las chanclas veraniegas al mínimo aumento de temperatura en la primavera. Sin embargo, entrenar con chanclas no es apropiado, no ofrece suficiente agarre en las máquinas o en el suelo, para conseguir estabilidad en nuestros movimientos.

En lugar de ello, si te molesta la temperatura del pie, cambia a un calzado que ofrezca mayor transpiración. No solo detendrás una sudoración en esta parte del cuerpo, sino que también sentirás mayor alivio en los pies y entrenarás más cómodamente.
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