Cómo realizar la hidratación durante y después del entrenamiento

Además de los ejercicios y el peso levantado, durante el entrenamiento físico hay varios factores externos a tener en cuenta. Uno de ellos, tan importante como el resto o quizás más en determinados casos, es el de la hidratación.

Es imprescindible tener una correcta hidratación para poder trabajar los músculos de la mejor forma posible y no todo el mundo precisa los mismos cuidados en este sentido, por lo que es necesario conocerse y saber qué es lo mejor para cada cuerpo.

A nivel general, el agua es un elemento que debe estar presenta durante y después de un entrenamiento. Se recomienda estar en constante uso del agua, siempre que el cuerpo lo necesite, sin preocuparse de hacerlo antes o después de una serie de repeticiones, de un músculo concreto... Lo importante es que se consuma de forma moderada, sin llenar el estómago en exceso, sobre todo cuando es el turno de algún ejercicio aeróbico.

En el caso de los abdominales, es el único movimiento que podría afectar tener el estómago demasiado lleno, por lo que aquí sí se recomienda moderar su uso al máximo hasta que se ha terminado el ejercicio.

Hay gente que sufre una pérdida de hidratación mayor, lo que supone estar fatigados y sin fuerza. En estos casos es recomendable el uso de aditivos o bebidas isotónicas preparadas a tal efecto. Aportarán un extra de hidratación al organismo y ayudarán a que el consumo sea más eficaz, tanto si se trata de agua mezclada como si es una bebida preparada.

En último lugar hay que tener en cuenta qué beber después del entrenamiento. Es frecuente una hora más tarde seguir consumiendo al mismo ritmo agua, si bien una bebida isotónica no es tan necesario. Algunas personas optan por una cerveza, esto se debe a que la cebada facilita la hidratación de la sangre mejor que ninguna otra bebida, siendo así recomendable un pequeño vaso después del entrenamiento.
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