Ventajas de hacer bicicleta después del entrenamiento

La mayoría de entrenamientos con pesas terminan con unos estiramientos o como mucho con la realización de abdominales. Sin embargo, hay una forma más productiva de terminar la rutina diaria, con la bicicleta estática.

De hecho, la mejor opción es aplicar una rutina adjunta de bicicleta que sea completamente de llano e intervalos de descenso, dejando así toda la fuerza y resistencia restante del entrenamiento en la bici estática.

La principal ventaja que se puede notar a nivel físico es la reducción considerable de grasa, además de de una tonificación muscular de pecho, abdomen y piernas considerable, tras un tiempo utilizando esta técnica.

Para ello, después del entrenamiento corriente, dedica entre media hora y cuarenta y cinco minutos a estar en la bicicleta estática. Dedica la mayor parte del tiempo en ella a una marcha intensa, en la que debas esforzarte por ir a la velocidad adecuada, sin esprintar en ningún momento, pero todo lo posible de un tranquilo paseo. Cuando lleves casi todo el tiempo gastado, utiliza los últimos tres o cinco minutos a aminorar la marcha, para así conseguir relajar las pulsaciones.

El objetivo final es conseguir que la adrenalina generada por la rutina con las pesas sea gastada en algo tan útil como la tonificación muscular y la pérdida de grasa a base de ejercicio de cardio.

El único caso en el que puede ser contraproducente es si el entrenamiento se ha basado total o mayoritariamente en las piernas. En este caso, puedes escoger la bici elíptica para el final de tu rutina diaria, con unos resultados similares, sin forzar en exceso las piernas ya entrenadas.

La elección de la bicicleta estática para terminar tus ejercicios te permitirá entrar en un estado de relajación y calma de forma mucho más sencilla, además de ayudarte a perder un extra de grasa.
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