El entrenamiento físico siempre tiene como componente divertido poder hacerlo entre dos o más personas. Sin embargo se desaconseja su práctica si con ello se deriva a una distracción de los dos deportistas. No obstante, en el caso de que ambos se puedan concentrar sin inconvenientes, las ventajas de entrenar en pareja son muchas.
Hoy os vamos a plantear las diferentes situaciones en las que podéis realizar un entrenamiento en pareja, de manera que podéis escoger uno o varios métodos para ello.
Entrenamiento complementario
Si la pareja actúa como complemento en la realización de ejercicios, vuestra rutina variará considerablemente respecto a un entrenamiento en solitario. Los ejercicios complementarios son aquellos que se realizan entre dos personas, principalmente en forma de estiramientos, sujección o incluso paralelismo de los movimientos.
Para este tipo de entrenamiento, la coordinación es esencial, por lo que también la imprescindible práctica inicial. Comenzar con entrenamientos de coordinación sencilla, lenta y de poco peso, para ir ascendiendo gradualmente.
Entrenamiento de apoyo
El entrenamiento de apoyo está pensado para superar los límites individuales. La pareja debe ayudar inicialmente en las partes del ejercicio inocuas para la musculación, como el levantamiento original de las pesas, la sujección de la barra o incluso la simple contabilidad de las series.
Cuando el deportista alcance su límite de esfuerzo, el apoyo de la pareja le debe permitir subir un poco más sus expectativas y alcanzar un nuevo nivel de musculación.
Entrenamiento de ritmo
En otras ocasiones la presencia del compañero de entrenamiento sirve para marcar un ritmo adecuado del ejercicio. Este entrenamiento suele funcionar mediante la compaginación de ejercicios. Un deportista realiza su primera serie y le toca a la pareja. Una vez termine el segundo deportista, se vuelve a repetir el ejercicio.
Los entrenamientos de definición rápidos son los más adecuados para este tipo de método.
Hoy os vamos a plantear las diferentes situaciones en las que podéis realizar un entrenamiento en pareja, de manera que podéis escoger uno o varios métodos para ello.
Entrenamiento complementario
Si la pareja actúa como complemento en la realización de ejercicios, vuestra rutina variará considerablemente respecto a un entrenamiento en solitario. Los ejercicios complementarios son aquellos que se realizan entre dos personas, principalmente en forma de estiramientos, sujección o incluso paralelismo de los movimientos.
Para este tipo de entrenamiento, la coordinación es esencial, por lo que también la imprescindible práctica inicial. Comenzar con entrenamientos de coordinación sencilla, lenta y de poco peso, para ir ascendiendo gradualmente.
Entrenamiento de apoyo
El entrenamiento de apoyo está pensado para superar los límites individuales. La pareja debe ayudar inicialmente en las partes del ejercicio inocuas para la musculación, como el levantamiento original de las pesas, la sujección de la barra o incluso la simple contabilidad de las series.
Cuando el deportista alcance su límite de esfuerzo, el apoyo de la pareja le debe permitir subir un poco más sus expectativas y alcanzar un nuevo nivel de musculación.
Entrenamiento de ritmo
En otras ocasiones la presencia del compañero de entrenamiento sirve para marcar un ritmo adecuado del ejercicio. Este entrenamiento suele funcionar mediante la compaginación de ejercicios. Un deportista realiza su primera serie y le toca a la pareja. Una vez termine el segundo deportista, se vuelve a repetir el ejercicio.
Los entrenamientos de definición rápidos son los más adecuados para este tipo de método.
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