La mayoría de deportistas aprovechan una rutina de entrenamiento semanal, con la que se consigue desarrollar muscularmente todas las partes del cuerpo, en ocasiones con repeticiones para los músculos que más lo necesitan.
Muchas rutinas de entrenamiento son muy útiles y el deportista termina sintiéndose muy conforme con ellas, ya que el cuerpo es capaz de realizar con mayor efectividad cada ejercicio.
Sin embargo, el cambio de rutina es obligatorio, tanto si se quiere desarrollar todos los músculos de forma equilibrada, como si se quiere evitar el acostumbramiento excesivo muscular, que no permitiría un desarrollo óptimo.
Cambio trimestral
Cada tres meses es recomendable un cambio general de rutina. Incluso aunque se repitan algunos de los ejercicios, la modificación global de toda una rutina reactiva el desarrollo muscular.
Es preferible además incluir ejercicios nuevos o que aumenten la dificultad de los ejercicios ya dominados anteriormente, con el fin de incrementar la resistencia del deportista y la posibilidad de alcanzar nuevos objetivos.
Entrenamientos esporádicos
Muy de vez en cuando los entrenamientos esporádicos añaden un nuevo enfoque al entrenamiento. Pueden estar enfocados a un músculo en concreto o bien ofrecer resultados generales, como una mayor resistencia, la mejora en determinadas aptitudes físicas, etc.
Pueden servir para terminar temporadas de entrenamiento o bien para el fin de una semana dura de rutina que se quiere trastocar con algún entrenamiento original. Como bien indica su nombre, es preferible no abusar de ellos y aprovecharlos no más de 5 veces al año.
Entrenamientos especiales semanales
Una vez a la semana se puede optar por un cambio en el entrenamiento. Puede ser el aprovechamiento de un entrenamiento en forma de circuito, un entrenamiento de contraste para aquellas partes del músculo no trabajadas correctamente o, incluso, un entrenamiento de refuerzo, para los músculos que no han sido trabajados de forma adecuada o se quieren reforzar con una mayor dedicación.
Muchas rutinas de entrenamiento son muy útiles y el deportista termina sintiéndose muy conforme con ellas, ya que el cuerpo es capaz de realizar con mayor efectividad cada ejercicio.
Sin embargo, el cambio de rutina es obligatorio, tanto si se quiere desarrollar todos los músculos de forma equilibrada, como si se quiere evitar el acostumbramiento excesivo muscular, que no permitiría un desarrollo óptimo.
Cambio trimestral
Cada tres meses es recomendable un cambio general de rutina. Incluso aunque se repitan algunos de los ejercicios, la modificación global de toda una rutina reactiva el desarrollo muscular.
Es preferible además incluir ejercicios nuevos o que aumenten la dificultad de los ejercicios ya dominados anteriormente, con el fin de incrementar la resistencia del deportista y la posibilidad de alcanzar nuevos objetivos.
Entrenamientos esporádicos
Muy de vez en cuando los entrenamientos esporádicos añaden un nuevo enfoque al entrenamiento. Pueden estar enfocados a un músculo en concreto o bien ofrecer resultados generales, como una mayor resistencia, la mejora en determinadas aptitudes físicas, etc.
Pueden servir para terminar temporadas de entrenamiento o bien para el fin de una semana dura de rutina que se quiere trastocar con algún entrenamiento original. Como bien indica su nombre, es preferible no abusar de ellos y aprovecharlos no más de 5 veces al año.
Entrenamientos especiales semanales
Una vez a la semana se puede optar por un cambio en el entrenamiento. Puede ser el aprovechamiento de un entrenamiento en forma de circuito, un entrenamiento de contraste para aquellas partes del músculo no trabajadas correctamente o, incluso, un entrenamiento de refuerzo, para los músculos que no han sido trabajados de forma adecuada o se quieren reforzar con una mayor dedicación.
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