Cómo hacer una doble sesión de entrenamiento

La decisión de realizar una doble sesión de entrenamiento puede venir motivada por muchos factores. Uno de ellos son las prisas por recuperar o ganar el estado físico óptimo que se está buscando. Otro es derivado de los excesos de épocas como Navidad o verano, que quieren eliminarse lo antes posible.

En todo caso, una doble sesión de entrenamiento siempre puede ofrecer importantes resultados, si es que se realiza de la forma adecuada. Si no, las consecuencias pueden ser graves, desde una anulación de los éxitos alcanzados por incompatibilidad, menor capacidad para entrenar al mejor ritmo hasta, finalmente, lesiones importantes a nivel muscular.

Hay dos maneras de realizar una doble sesión de entrenamiento con éxito:

Doble sesión de calentamiento
En la primera metodología, utilizamos la primera sesión de entrenamiento como un calentamiento a la sesión posterior, que es en la que derivaremos todo nuestro esfuerzo. En estos casos hablamos de sesiones aeróbicas ligeras, estiramientos, así como repetición de los ejercicios que vamos a realizar, con mucho menos peso.

El objetivo de esta primera sesión es ir ofreciendo a los músculos una base de información en cuanto a movimiento, resistencia y también costumbre, de manera que posteriormente podamos realizar los mismos o ejercicios similares, sin que nos cueste tanto y llegando a nuevos límites.

Doble sesión de refuerzo
Otro de los motivos por los que podemos afrontar la doble sesión es el refuerzo muscular. Es bastante corriente que algunos ejercicios nos cuesten más que otros, ya sea por la falta de práctica o porque, a nivel personal, los movimientos que hay que hacer nos suponen un mayor esfuerzo de lo normal.

En estos casos, la doble sesión bien enfocada es de gran ayuda. Podemos centrar los ejercicios de esta primera sesión en un calentamiento y posterior realización de las series, incluso con peso real.

El objetivo es ir acostumbrándonos a hacer el movimiento que necesitamos y la fuerza necesaria para lograrlo. Podemos incluso derivar a la segunda sesión una menor intensidad en el ejercicio, solo a modo “recordatorio” para los músculos. En poco tiempo notaremos que podemos realizar con mucha mayor facilidad ese movimiento tan difícil.
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