Consejos para comenzar a entrenar y mantener el hábito


Todos sabemos la importancia de hacer deporte para mantener una buena salud, pero en ocasiones, nos cuesta ponernos en marcha o una vez que hemos arrancado el motor a nuestra voluntad, mantenerla se nos hace cuesta arriba. Pese a algunos esfuerzos, se acaba abandonándolo y se genera un sentimiento de culpabilidad que es más pesado que el propio momento de mover el primer pie. Probablemente a todos nos ha pasado que a primero de año concentramos gran parte de nuestra energía en nuevos propósitos que, poco a poco, se van disminuyendo por circunstancias en la vida o por no ver resultados inmediatos. No es difícil incorporar la rutina del movimiento en nuestro día a día, pero debemos ser pacientes y conocer unas pautas básicas. Por eso, a través de este artículo, vamos a intentar ayudarte a que el hábito del ejercicio sea permanente y no temporal. Sigue leyendo y verás qué importante es hacerle hueco en tu agenda y ver más allá de la simple idea de tener un cuerpo en forma:

Que sea una decisión propia

Ver al vecino o a nuestra mejor amiga resulta motivador, pero que no sea el simple motivo. Cualquier momento es bueno para comenzar y, quizá, también la excusa, pero si no nace de ti, difícilmente puedas conseguir el resultado que buscas. Tienes que tener claro que esto, prolongado en el tiempo, no supone un sobre esfuerzo, sino un elemento más en tu rutina diaria.

Preparación previa

Para tener un buen entrenamiento, no basta simplemente con incorporar el hábito del deporte, sino un estilo de vida saludable. Establece en tu rutina una buena alimentación, procura abandonar el hábito nocivo del tabaco y descansa todo lo que puedas.

Escoge lo que más te guste hacer

En la medida de lo posible, es importante sentirse cómodo con lo que se está haciendo. Hay muchas posibilidades, desde ejercicios en casa, una gran variedad de deportes o salir a caminar diariamente. Elige el que más se adapte a ti.

No te pongas grandes metas

Cada uno conoce su propio cuerpo, sé honesto contigo mismo y comienza acorde con aquello que eres capaz de hacer. No sirve de nada empezar muy fuerte una rutina de ejercicios si, a los días, abandonamos por cansancio. Sé paciente y leal y márcate siempre una meta, sean cuales sean los intervalos.

Busca una recompensa positiva

Prémiate por el buen trabajo realizado. Estás rompiendo algunas barreras y mereces una recompensa por ello, esto reforzará tus ganas de seguir un día más intentándolo.

Registra tus avances

Saca una libreta y apunta en ella qué vas haciendo cada día. Incorpora más tiempos y nuevos estímulos. Inconscientemente, a veces nos boicoteamos a nosotros mismos y esto hará ver tus avances.

Cada vez que lo intentas, ya es una buena noticia. Esperamos haberte servido de ayuda para comenzar tu nueva vida.
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