Por esa razón, para el entrenamiento de femoral se recomienda a los deportistas iniciales que opten por la máquina específica con la que se realiza el ejercicio tumbado. De esta forma el deportista solo tiene que preocuparse por levantar correctamente el peso que utilice.
Cómo realizar el ejercicio de femoral tumbado
Esta máquina nos permite tumbarnos boca abajo, situando las piernas a la altura de los elementos que nos permitirán hacer fuerza para levantar peso y colocar los brazos hacia delante, para poder sujetarnos firmemente mientras realizamos cada serie.
Es importante centrar el movimiento del músculo femoral con prioridad respecto al resto del cuerpo. Lentamente debemos levantar el peso utilizado hasta flexionar completamente las piernas, de manera que la almohadilla que movemos toque los glúteos.
Precauciones con el músculo femoral
El músculo femoral es difícil de desarrollar. Por esa razón se recomienda primero optar por poco peso e ir incrementándolo, con respecto el desarrollo del músculo nos lo permita.
Hacer el ejercicio con un peso excesivo motivará que forcemos otros músculos, normalmente de la espalda, lo que nos impedirá realizar correctamente el ejercicio o, peor todavía, caer en alguna lesión.
Además, el músculo femoral también puede sufrir lesiones por un esfuerzo mayor del recomendable. Por esa razón los entrenamientos de piernas suelen derivar el ejercicio sobre femoral al final de la rutina, cuando los músculos están ya ejercitados y preparados para un último esfuerzo.
Como en el resto de ejercicios, el estiramiento posterior será muy importante. Opta por sentadillas sin peso o zancadas con peso ligero para un final perfecto de entrenamiento.
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